domingo, 20 de junio de 2010

En el País de los Simios

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.........VS.
Con frecuencia, y ya desde hace tiempo, no dejo de sorprenderme de cómo tantos ciudadanos sensatos y periodistas de rigor profesional siguen intentando refutar con argumentos lógicos los esperpentos irracionales del P$OE (lo siento, cuando escribo P$OE, el dedo siempre se me va a la tecla del $) - Parece como si esas personas sensatas todavía esperasen un contraargumento reflexivo de la gente de Caín-ZP. Como si este personaje funcionara dentro de la sensatez y la racionalidad lógica, en vez de hacerlo desde el relativismo oportunista.

A estas alturas, está a la vista de cualquier tonto, es patente a todo aquel que tenga un mínimo de capacidad objetiva, que estos cantamañanas oportunistas con coche oficial carecen de una trayectoria personal con las cotas mínimas de verdad, de ética, y de integridad intelectual que son exigibles para todo dialogo juicioso entre personas serias. No se trata de estar, o no, de acuerdo con una ideología de la que carecen, sino de denunciar la falta de unas condiciones intelectuales mínimas para mantener con ellos lo que debería de ser un dialogo lúcido entre seres humanos.

Es ya cansino proclamar, y a todas luces incuestionable y de toda obviedad, que esta gente está desde hace tiempo instalada en la mentira y falsificación de la realidad, en la manipulación social, y en el poder que financie un proyecto guerra-civilista de disgregación, confrontación social y destrucción de la persona en cuanto ser humano.

La esperpéntica ministra (¿?) Aido, alumna aventajada de “ZProgre” en la creación de falsos derechos, hace distingo entre seres vivos abortables y seres humanos en el vientre de las madres. No es nuevo. Esta vocación hacia lo infrahumano, de inspiración neo-góthica, ya venía de antes. En el año 2006, inspirados por el “Proyecto Gran Simio”, el P$OE presentó formalmente una proposición en el parlamento español para asimilar derechos humanos a los grandes simios, considerándolos como sujetos en igualdad moral con la especie humana. Con esta propuesta, este grupo político no solo cometió un esperpento sino que, traicionados por su subconsciente, mostraron la identidad a la que aspiran, evitando así la necesidad de que nadie más lo hiciera exponiéndose, por otra parte, a una querella por injurias. Bajo la batuta de Caín-ZP, ellos mismos se lo guisaron y ellos mismos se lo cocinaron y comieron, mirándose en el espejo, poniéndose a la altura y viéndose equiparables a los simios. Es en este proyecto donde parecen empeñados en que les acompañemos para bajar de posición dentro de la escala jerárquica del reino animal….. ¡Dios mío! ¡Hay que realmente estar cerca de los simios para sentirse identificados en derechos con los simios!

Es precisamente esa concepción que tienen de la persona, y en primer lugar de sí mismos, lo que permite intuir y entender sus insanas propuestas sobre “Educación para la Ciudadanía”, la “Ley del Aborto libre”, la “Ley de libertad (¿libertad de la selva?) religiosa”, y la sectaria y cainita “Memoria histórica”. Este es el verdadero contenido del proyecto personal de Caín-ZP, el Proyecto Gran Simio”, cuyo síntoma más visible es su gabinete de ministros, y su logro político más tangible el de los cinco millones de parados.

¿Todavía no nos hemos dado cuenta de que nos quieren hacer sentir oriundos de la selva y pobladores de Atapuerca? ….. con el eximente para los aborígenes de Atapuerca que iban de progreso hacia la civilización, mientras que estos “ZProgres” van de regreso. - ¿Todavía esperamos en nuestro fuero interno que las actuaciones, las relaciones, y el dialogo con estos mentirosos profesionales e irresponsables, respondan a criterios civilizados de compromiso con el bien común, el respeto a la verdad, la ética, el rigor o la integridad intelectual? ¿No nos hemos dado cuenta de que el único criterio con el que están verdaderamente comprometidos, a toda costa, es el de ostentar el poder político, económico y social, para lograr alcanzar sus propios intereses, inmuebles, monterías e hípicas?

Debemos salir de nuestro marasmo y confusión mental, debemos dejar de sorprendernos de las mentiras de Caín-ZP, de su falta de ética, de su corrupción moral o material. Son los hechos los que nos enseñan que se trata de la propia esencia de Caín-ZP y del clónico P$OE hecho a su imagen y semejanza; es su espontánea y consustancial forma de ser y comportarse. En ese partido ya solo deben quedar oportunistas sin vergüenza, o ingenuos relativistas sin principios, que no tienen otros compromisos que no sean los de su propio ombligo y tribu. - ¿Cómo se pueden esperar respuestas o propuestas lógicas y argumentaciones sensatas de gentes que, en un ataque de realismo, aceptan asemejarse al nivel moral de los simios? ¿Cómo dialogar o convivir con tal espécimen de grupo humano en regreso histórico a Atapuerca? …. y sin justificar, ni mucho menos, a aquellos que desde la derecha entran en el juego del P$OE, lo dicho para estos últimos es válido para todos los demás grupos a su izquierda, aquellos a quienes sirve de modelo, mejorándolo en ocasiones.

Pero este “regreso histórico” de nuestros “ZProgres” al país de los simios no lo superará ninguna oposición política. A lo máximo, sería deseable que esa oposición no lo hiciera más difícil y echara una manita. No, a este “regreso histórico” al mundo de los irracionales solo le daremos la vuelta todos y cada uno de los que nos empeñemos y comprometamos diariamente en proclamar la verdad, frente a la mentira, y a no callar en público, a no escondernos frente a las mamarrachadas con Oscar de Hollywood incluido; a defender unos principios morales y éticos, frente al “todo vale” del relativismo moral, sin esconderse; y apoyando activamente las iniciativas de participación social que, siendo verdaderamente democráticas, también sean contundentemente eficaces frente a todos aquellos que se empeñen en comportarse como “simios sociales” en coherencia con su propio proyecto de ley.

No, no es catastrofismo social, es triste realidad social. No, no es pesimismo social, es crudo realismo y coherencia intelectual. No se puede dialogar y convivir con quien al mentir constantemente, al hacerlo de forma compulsiva, está dejando de formular construcciones lógicas, las propias del lenguaje humano, para ingresar en las del mundo de los animales irracionales. Los humanos no podemos convivir ni relacionarnos en la mentira contumaz por mucho tiempo, si no es a través de los barrotes de una jaula, con aquellos “seres vivos” que, probablemente abortados por el “Ministerio de Igual-da”, han roto todo compromiso con aquello que hace que las personas no pierdan su dignidad humana y se acerquen a los simios.

Enredarse en dialogar sobre cómo organizar la convivencia social con los fanáticos entusiastas del “Proyecto Gran Simio”, más allá de cubrir el expediente de lo públicamente exigible, solo nos puede conducir a una sociedad primitiva que a corto plazo llegue a emitir los mismos sonidos guturales que suelen producir, aunque puedan expresarse de forma políticamente correcta, los autores de esta proposición parlamentaria socialista del pasado 6 de mayo de 2006.

No, no es broma, están empeñados en hacernos simios. El "Proyecto de ZProgre" es, en su esencia, el “Proyecto Gran Simio”. – No, no discuta con simios y, sobre todo, no se deje amaestrar como un simio!!!


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16 comentarios:

jose dijo...

Hola,

Querría comentar algunos puntos de su entrada. Comprendo su frustración ante el actual presidente del Gobierno pero me parece que ello no es suficiente para denostar al Proyecto Gran Simio, con cuyos orígenes y desarrollo nada tiene que ver el señor Zapatero ni el PSOE.

En primer lugar, ni este Proyecto ni la iniciativa que fue aprobada por las Cortes establecen la identificación -moral o de otro tipo- entre el ser humano y los grandes simios.

Esta iniciativa pretende una protección especial de estos animales an tanto que poseedores de capacidades psicológicas de las que carecen el resto de animales. Me refiero a habilidades como el uso de herramientas, la conciencia de sí mismos, la capacidad de elaborar estartegias complejas, la capacidad de anticipar acontencimientos futuros o la capacidad para aprender a comunicarse mediante el lenguaje de signos y a entenderlo.

En esta iniciativa se considera que ello les dota de una categoría moral que, aun no siendo en modo alguno la que corresponde a un ser humano, es suficente para que les protejamos con estos, y sólo estos derechos: a la vida, a no ser torturados, a no vivir bajo esclavitud.

Se lo suplico, no extienda injustamente su enfado de este Gobierno al conjunto de personas que de buena fe tabajan por llevar un pedacito más de moral a este mundo. Ni son relativistas, ni animales ilógicos, ni pretenden destruir ninguna civilización.

Trato frecuentemente con la vicepresidenta del Proyecto Gran Simio en España -aunque yo mismo no pertenezco al mismo- y le garantizo todo lo que le cuento.

Un saludo,
Jose

Anónimo dijo...

Gracias Jose por la defensa al Proyecto Gran Simio. Efectivamente, muchas personas hablan solo de oidas y no es serio ni justo hacerlo de esa forma.

Quien quiera saber que hace el proyecto Gran Simio solo tienen que entrar en la web y ver su trabajo.

Somos apoliticos,no hemos nacido de nungun partido politico y por supuesto no comprendo como represnetantes de la Iglesia atacan una Asociación sin saber que hace, como se fundo y cuales son los objetivos.

Hemos hecho muchos proyectos en Africa ayudando a las poblaciones que se nueren de hambre e ignorancia por los politicos corruptos.

Podeis cintactarme al nautilusmar@yahoo.es

Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio

María M dijo...

Lo que se pretende mostrar en este artículo es que el gobierno pretende rebajarnos al reino animal, como personas sin principios ni valores universales. En cuanto al proyecto Gran Simio no dudo de que sea muy loable, como muchos otros proyectos sociales, pero no tiene sentido que se debata en el Parlamento Español.

Anónimo dijo...

El Parlamento Españalo es de todos los ciudadanos, es la casa del pueblo...y lo mismo se discute por las emisiones de partidos de futbol en los canales de TV, como para pedir una Ley de Grandes Simios. Asi deberia ser, un Parlamento del pueblo donde todo tenga cabida dentro de la legislación vigente.

Por lo tanto no veo el problema en que se debata una Ley de Grandes Simios que fue eso, o la prohibición de velos íntegros, o cualquier otra inicitiva popular.

Ese es el trabajo de los parlamentarios. Son los representantes del pueblo....¿o estoy equivocado?

Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio/España

Anónimo dijo...

Por cierto....NUNCA HEMOS PEDIDO DERECHOS HUMANOS PARA LOS GRANDES SIMIOS. Esta es otra mentira de los medios de comunicación que intentaron ridiculizar al PGS.

Solo hemos pedido tres derechos (a la vida, la libertad y no ser torturados) NADA MAS. Nunca hemos dicho derechos humanos, ya que ellos no son humanos, son hominidos no humanos.

Se disvirtua la verdad por intereses politicos. Es una triste realidad.

Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio

jose dijo...

María M,

Puede que este Gobierno pretenda rebajarnos hasta la irracionalidad, pero ello no tiene ninguna relación con el Proyecto Gran Simio.

Por otra parte, en las Cortes no se debatió "el Proyecto Gran Simio". Se debatió lo que es propio de una cámara legislativa: una proposición de reforma del ordenamiento jurídico, en este caso para incrementar la protección de ciertas especies animales.

Cuando tuvo lugar, mucho antes de que estallara la crisis, era un debate tan legítimo de producirse como uan iniciativa de mejora del estado de las costas, de los parques naturales o de especies protegidas.

Un saludo,
jose

Juan L. Cuñat dijo...

José
Anota Vd. en su primer comentario que “En esta iniciativa se considera que ello les dota de una categoría moral…” – Siento disentir en cuanto a que se pueda conferir categoría moral a los Grandes Simios. Dice el Diccionario de la RAE que la moral se refiere a lo “Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia”. Los animales irracionales no tienen responsabilidad, ni por tanto categoría moral.

Igualmente, hace referencia a la postura de buena fe de los que trabajan en el proyecto Gran Simio. No tengo motivos para dudar de ello.

Anónimo
Vd. dice no comprender a los representantes de la Iglesia Católica porque atacan con desconocimiento a una Asociación….. - No me alcanza imaginar a quién se refiere. Como autor del presente artículo, solo puedo invocar el ser miembro de la misma, aunque no su representante oficial.

María
Sin enredarse en disquisiciones semánticas, María creo que centra la cuestión!

Sr. Pozas
No comprendo por qué reclama la representatividad del Parlamento que no se discute en este artículo. En todo caso, considero que podemos discutir la mayor o menor oportunidad de lo que allí se propone ….. ¿o estoy equivocado?

Vd. dice reclamar tres derechos para los grandes simios, la vida, la libertad y no ser torturados. – Sr. Pozas, creo que debe de tener en cuenta que no se pueden considerar sujetos de derecho aquellos que no lo pueden ser de los correspondientes deberes. Los simios, grandes y pequeños, podrán ser objeto, no sujetos, del Derecho. En todo caso, se podrán considerar deberes de las personas para con los grandes simios y otras especies del mundo animal y vegetal. También para con las obras de arte, que tampoco pueden ser sujetos de derecho.

Por otro lado, Sr. Pozas, Vd. se refiere a los simios como “homínidos”. - Si acude al RAE podrá comprobar que la especie superviviente de aquellos Primates Superiores es la humana, no otra. Referirse a los actuales grandes simios como pertenecientes a aquellos homínidos, precursores del hombre actual, es elevarles de categoría y, cuando menos, violentar el RAE de forma sesgada.

De cualquier forma, con cordialidad, mi agradecimiento a todos los comentarios que han permitido este constructivo intercambio de nuestros puntos de vista.

jose dijo...

Hola,

Creo que ha habido un malentendido. Cuando afirmé que, dadas esas capacidades psicológicas superiores, se consideraba que los grandes simios poseían una categoría moral superior a la de otros animales no me refería a que sus acciones o caracteres deberían ser susceptibles de juicio de corrección o de bondad moral.

En la literatura de filosofía moral se emplea el término "categoría moral de un X" o "status moral" para, de un modo general, determinar cuáles son nuestros deberes morales (los de los seres humanos) frente a esos X.

Así, v.g., se habla del status moral del feto, del embríon humano, de las especies en peligro de extinción y, por supuesto y principalmente, de la persona, cuyo status moral es el superior.

Así, lo que defiende el PGS es que dadas ciertas capacidades psicológicas superiores de los grandes simios, tenemos ciertos deberes especiales respecto de ellos que no necesariamente tenemos respecto de las otras especies animales.

Aquí nadie trata de decir que los simios son responsables de algo, sino de cuáles son nuestras responsabilidades para con ellos.

Quisiera comentar otras dos afirmaciones suyas:

a) Que quien no puede tener deberes no puede ser sujeto de derechos. Ello puede tener sentido en ética, pero no necesariamente en Derecho. Una vez hemos determinado que tenemos ciertos deberes morales especiales para con los grandes simios, hemos de ver cuál es el mejor mecanismo jurídico-técnico para hacerlos valer. Es decir, aquí nadie dice que los simios tengan derechos naturales, sino que deben reconocérseles tres derechos positivos. Ello concede ciertas ventajas jurídicas, como la posibilidad de que existan personas físicas o jurídicas que tutelen dichos derechos positivos.

Pero además, es falso que quien no tenga deberes morales no pueda ser sujeto de derechos. Un bebé o un comatoso caracen mientras permanecen en ese estado, de todo deber para con nadie pero, sin embargo, son sujetos de derechos (tanto morales como jurídicos).

b) Por otra parte, un apunte metodológico. El empleo del diccionario puede ser útil para resolver disputas en cuanto al uso de términos no técnicos, nunca para el de los técnicos, cuyas acepciones y complejidad sencillamente un diccionario lexicográfico no puede recojer. Es preciso acudir a enciclopedias, diccionarios enciclopédicos especializados o tratados generales sobre la materia. En el caso del término "homínidos" hace referencia a todos los pertenecientes al tronco del que derivan los pertenecientes al genus homo y otros grandes simios. En la medida que la taxonomía de las especies no es valorativa, sino elaborada con cirterios científicos, la inclusión o exclusión de una especie en una categoría u otra no afecta en nada al status moral de esa especie.

Un saludo,
jose

Anónimo dijo...

No quiero seguir debatiendo algo que no se quiere debator abiertamente y desde el primer momento se tiene prejuicios, en este caso contra el Proyecto Gran Simio.

para que vea que esta equivocado en muchas cosas, le dire que los grandes simios son homínidos, estan dentro de la familia de los homínidos...no lo digo yo, lo dicen las enciclopedias, los cientificos, las clasificaciones de los seres vivos.....esta muy equivocado.......si, ellos son homínidos y antes de rechazar una afirmación más vale estudiar o consultar un poco para no meter la pata, aunque como dice, es su artículo y su pensamiento, pero erroneo.

Los grandes simios estan dentro de nuestra propia familia...¿tan dificil es eso de comprender? Puede consultar si lo desea con cualquier Universidad.

Por cierto, San Francisco de Asis llamaba hermanos a los animales....no creo que usted sea mas sento que él. Dios es el único que puede juzgar y jamás, una vida, puede ser objeto.....tienen que ser sujeto. Asi nos va.

Un abrazo

Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio

Anónimo dijo...

Por cierto Jose, tus explicaciones son excelentes. Se nota que la folosofia del Proyecto Gran Simio esta presente en tu espiritu.

Gracias una vez más por apoyar nuestro trabajo y comprender nuestros objetivos.

Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio

María M dijo...

Lo que no tiene el menor sentido es discutir sobre los derechos de los simios, mientras se vulnera los derechos de los seres humanos. Yo soy la primera defensora de la vida, de todos los seres vivos.

Anónimo dijo...

Jolines.... con los del proyesto gran simio!!! Parece que se han picado. Estoy de acuerdo con María que el artículo está hablando de ZP y de este desgobierno de mentirosos y oportunistas que tenemos en España que nos lleva a la ruina. Hay una apatia general que la gente ya no sabe por donde tirar. Lo malo es que tampoco tenemos oposición, y si ganan las próximas elecciones, que espero que sea antes de la bancarrota, es por el desgaste de ZP. No tengo nada en contra de los simios ni de otros animales, pero estos caballeros que tanto defienden los simios no seria mas importante defender España y estar la lado de los 5 millones de parados?.
Digo yo!

Juan L. Cuñat dijo...

1ª Parte de mis Comentarios:

José
Siempre he entendido que la moral se refiere al comportamiento de una persona en relación con su responsabilidad de hacer el bien o el mal sobre un objeto o situación. Parece que en eso estamos de acuerdo.

Sin embargo, siento disentir en la desvincular la ética o la moral del Derecho. ¿Qué es el Derecho Positivo sino la ética o la moral aplicada del Derecho Natural? ¿De otra forma, sobre qué se basaría el Derecho Positivo? ¿Sobre el relativista concepto del consenso moral de las mayorías?

Igualmente, disiento en su concepción sobre la posibilidad de ser sujeto de derechos sin la responsabilidad de tener que asumir deberes. – Vd. alude a un bebé o a un comatoso como sujetos con derechos pero sin deberes. Digamos que es en estos casos en los que la tutela, tanto de sus derechos como de sus eventuales deberes, adquiere todo su sentido en la asunción que llevan a cabo los familiares directos o congéneres porque, como Vd. advierte, se encuentran en un estado excepcional de transitoriedad. Muy diferente es la asunción de un tutelaje, por un sujeto no-congénere, sobre unos supuestos derechos de los que el simio en cuestión nunca habrá sido o será responsable. Es más, los tres derechos naturales a los que Vd. alude se poseen, nunca se adquieren, y el Derecho Positivo los reconoce, no los concede, con independencia de que se disfruten o no.

En cuanto al uso del diccionario, en mi modesta opinión, será útil, o no, dependiendo de si recoge el término del que se trate, con independencia de su carácter, y el sentido común y prestigio que nos pueda avalar su editor. En el caso que tenemos entre manos, el diccionario de la RAE parece ser bastante claro y dice, en su acepción técnica de zoología: 1. adj. Zool. Se dice del individuo perteneciente al orden de los Primates superiores, cuya especie superviviente es la humana. U. t. c. s. – Por lo que parece colegirse de la anterior definición, la misma considera, sin matización alguna, que los hombres actuales son los únicos supervivientes de aquellos Primates superiores (homínidos), no los actuales primates.

Sin embargo, déjeme apreciar su disensión en la cordialidad con la que Vd. la aborda. Atentamente.

Juan L. Cuñat dijo...

2ª Parte de mis Comentarios.

Anónimo
Supongo que es por el motivo que Vd. mismo indica, el de no querer debatir abiertamente, por lo que no quiere seguir haciéndolo. Sin problemas por mi parte.

Tampoco me interesa plantear un debate en el plano personal, al que sus comentarios parecen inclinados, presumiendo prejuicios por mi parte, haciendo alusiones al santoral, o sugiriéndome que me documente. Me temo que tenemos estilos de debate distintos. También es libre de elegir su estilo.

Por mi parte, tampoco tengo inconveniente en que Vd. considere a los grandes simios como miembros, según Vd. mismo dice, de su propia familia. Le aseguro que a la mía no pertenecen. - Un animal o un vegetal podrá ser sujeto de la propia vida, otra cosa es que lo sea de derechos no tratándose de personas humanas.

De cualquier forma, una consideración final, y ya me adhiero a su propuesta de no seguir debatiendo con Vd. – No ha sido la intención de mi artículo el debatir sobre el Proyecto Gran Simio, sino dejar en evidencia la degradación moral implícita y, muchas veces explícita, a la que quieren conducirnos muchos de los responsables políticos de nuestro país, con su actual presidente a la cabeza. Una degradación consciente, con pretensiones de inspirar los más bajos niveles de la zoología y la depravación, tal y como estos días resultan evidentes en la página web de “sexo para jóvenes”, groseramente disfrazada como “salud sexual y reproductiva”, y publicada por la Consellería de Sanidad de Cataluña.

María
Me adhiero al respeto y defensa de la Naturaleza pero, conscientemente, no he querido entrar en un debate sobre la defensa de la vida que situara al mismo nivel la de los seres humanos con la de muchos otros seres vivos. Ello, con independencia del desarrollo de estos últimos. Me parecería un debate planteado con unas premisas falsas. Es lo que frecuentemente se suele hacer, al hablar de “nuevos derechos” en vez de aspiraciones ilegítimas; al hablar de “salud sexual y reproductiva” en vez de aborto, promiscuidad y perversión sexual; al hablar de “Educación para la Ciudadanía” en vez de adoctrinamiento; al hablar de recuperar la “memoria histórica” en vez de reescribir la historia; al hablar de encontrar “espacios comunes” en vez de mostrar la pretensión de querer establecer unas “falsas premisas”, etc. – Procuro hacer un esfuerzo en ser cuidadoso, para no entrar en estas sutiles trampas saduceas de los debates.

A Todos
Agradezco, aun en la disensión, todos los comentarios recibidos. Personalmente, asegurarles que todos ellos me han sido de provecho para ensayar y someter a prueba mis propias reflexiones. Gracias, otra vez.

jose dijo...

Hola,

En primer lugar, para evitar malentendidos y fijar posiciones, le manifiesto mi adhesión al objetivismo ético. Creo que cada problema moral tiene una respuesta correcta, que esa respuesta es independiente de nuestros deseos, y que tenemos capacidad para conocerla, aunque, de hecho nos cueste mucho. Soy, pues, enemigo del relativismo ético.

Así, por lo tanto, creo en la existencia de principios universalmente válidos de justicia. Ud. los llama Derecho Natural, que es el término clásico. Yo prefiero otros términos, pero el objeto al que nos referimos es el mismo.

Respecto a las relaciones entre Justicia (Derecho natural) y Derecho positivo, éstas no se reducen a la recepción del primero por el segundo. Santo Tomás disntingue varias clases de relaciones. Una de ellas es la de determinación: el positivo concreta principios generales del natural. La concreción correcta es más o menos disponible por el legislador humano según las circunstancias. Un buen ejemplo son las normas de tráfico, o de coordinación social en general.

Quiero decir que no es una buena objeción la de que los simios no tengan un derecho natural a la vida, la libertad y a no ser torturados para concluir que no deben tener ese derecho positivo. Basta con defender que la mejor determinación de nuestro deber de justicia de protegerlos especialmente sea con la positivación de esos tres derechos.

No acabo de entender su segundo punto. Por una parte me parece que el argumento es circular porque acaba descansando en negar la existencia de esos derechos naturales, que es justo el punto que estamos discutiendo. Lo único que quería señalar es que hay casos en que reconocemos derechos naturales o morales a quienes no pueden tener deberes, por lo que ello tampoco es objeción a que los simios los tengan.

Respecto a lo del diccionario, le animo a que se pregunte si en una discusión científica basta con señalar cómo un diccionario recoge un término para que ésta quede zanjada. Un diccionario no es autoridad científica. Ésta se halla en las revistas especializadas, que creo que actualmente suscriben razonadamente la taxonomía que Ud. disputa.

Sin más, un cordial saludo,
jose

Juan L. Cuñat dijo...

José
Aunque fuera del contexto en el que enmarco el propósito de mi artículo, al objeto de corresponder a sus observaciones, me permitiré también fijar mi postura al respecto de sus últimos comentarios.

Por mi parte, me declaro situado en el objetivismo de una moral trascendente. Admito mi incapacidad racional para comprender el fundamento de un objetivismo que no esté basado en un absoluto trascendente. – Se trataría de otro debate sobre el fundamento de un objetivismo justificado en un absoluto trascendente y el correspondiente a un objetivismo justificado en un absoluto (¿Justicia? ¿Fundamentada en qué?) de consenso.

En lo que se refiere a las relaciones entre Justicia (Derecho natural) y Derecho positivo, puedo estar de acuerdo en que éstas no se reducen a la recepción del primero por el segundo, pero sí que entiendo que se enmarcan en una correlación de concreción a las circunstancias, muchas veces muy alejadas de los principios teóricos del Derecho Natural (Justicia)

En cuanto al segundo punto, no termino de entender su objeción. – Efectivamente, mi postura es la de no reconocer como sujeto de derechos a toda aquella criatura que no pueda ejercer deberes. Como tampoco entiendo que se les pueda exigir responsabilidad moral. - Mi reflexión en cuanto a los derechos de los bebés y los comatosos se justifica en que su incapacidad para no poder ejercer los correspondientes deberes es solo una circunstancia excepcional de carácter temporal pero no permanente. Circunstancia, esta última, que es la que caracteriza a los simios. – Quizá deba aclarar que mi postura personal no implica el deber que las personas a proteger la Naturaleza y a sus criaturas, así como a exigir condiciones que no trasgredan esa protección.

En cuanto al uso del diccionario, solo comentar que me parece un instrumento de referencia adecuado para enmarcar un pequeño debate como el que nos ocupa.

Evidentemente, no me parece la herramienta definitiva que pueda zanjar un debate más profundo, si bien un diccionario de prestigio no deja de ser un elocuente indicador de por dónde pueden ir las conclusiones científicas. No dejará de interesarme el asunto en cuestión.

Sin ánimo de extender más allá un debate en el que entiendo que nuestras respectivas posiciones han quedado suficientemente argumentadas para quienquiera que pueda haber tenido interés en seguirlas, reciba un cordial saludo.