Todo empezó con el 11-M. En 2004, todo iba teóricamente sobre ruedas, “España va bien” se oía. Se había superado el tremendo socavón de corrupción y terrorismo de Estado en el que habían desembocado los trece años y medio de Felipe González. José María Aznar se había autoimpuesto una limitación de ocho años en su mandato y había designado, como hace cualquier multinacional, error de bulto, a su sucesor, Mariano Rajoy, para las Elecciones Generales del 2004. Ahí estábamos cuando llego el 11-M, todavía sin “autor intelectual”, y que si el PSOE no lo propició, que no lo creo, no fue por falta de méritos y por ser el principal beneficiado junto al terrorismo vasco. A los resultados hay que remitirse: Después de aquella tragedia nacional, el PSOE acampó a sus anchas durante ocho años con el radicalismo y anti-españolismo revanchista, guerracivilista y disgregador de Zapatero y su idiocia intelectual – “La libertad os hará verdaderos”; su connivencia expresa con el separatismo catalanista, – “Aprobaré todo lo que venga del Parlamento catalán” y con el mal llamado “Proceso de paz”, menos expreso pero más operativo para esos terroristas de la ETA a los que patrocinó en su ingreso en las instituciones del Estado español bajo la marca BILDU. Además, ahí estaba la “ayuda en carretera”, la campechana Corona, reforzando y proclamando contra viento y marea que Zapatero "sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas. Tiene profundas convicciones. Es un ser humano íntegro……. un hombre recto" y tendiendo la mano al independentista Ernest Benach, de Esquerra Republicana de Cataluña y presidente del Parlamento catalán, diciéndole aquello de “hablando se entiende la gente”. Estos fueron los años de regreso y desfecho de la Transición.
Superada, pero no enterrada, la etapa de Zapatero,
en noviembre de 2011, la sociedad española abrió un horizonte de esperanza
brindando una victoria electoral por mayoría absoluta al PP de Mariano Rajoy.
Sin embargo, culminado con creces el año de gobierno de Rajoy, un presidente que
no parece dar la talla, su gobierno se mantiene en la crisis económica con los
mismos anuncios de “brotes verdes” que ofrecía la inepta Salgado; la “Alianza
de Civilizaciones” sigue vigente como parte de nuestra política exterior; los
sindicatos, patronales y partidos políticos siguen disfrutando de subvenciones
y prebendas; las leyes de Zapatero sobre el “matrimonio” homosexual, el aborto,
la “Educación para la Ciudadanía, las excarcelaciones de terroristas, la
afrenta a las víctimas del terrorismo y la promesa de una Justicia
independiente prometida por el PP, siguen el inexorable proceso de
consolidación iniciado por Zapatero.
Hoy por hoy, Rajoy me parece un burócrata íntegro,
pero ni está ni se le espera en la defensa de unos principios que se le desconocen.
En resumen, ateniéndonos a los hechos, y parafraseando al afamado militar e historiador
prusiano Carl von Klausewitz cuando se refería a la guerra como “continuación de la política por otros
medios”, Rajoy es, igualmente, “la
continuación de la política de Zapatero por otros predios”.
El mensaje de rechazo de la sociedad a la deriva
de la izquierda radical de Zapatero en las últimas Elecciones Generales parecía
tan incuestionable como la victoria de Rajoy antes del 11-M, pero a la
izquierda totalitaria está a lo que está, a lo de siempre, y un Rajoy
continuista del indigente Zapatero no parece bastarle. La situación a la que
nos vemos abocados hoy parece la inversión de la reflexión de Klausewitz, es
decir, la continuidad de la guerra iniciada con el 11-M por otros medios, esta
vez más sofisticados. La perplejidad, desmoralización y confusión de la
sociedad, sigue siendo la misma……. La simpleza carente de ideas y proyecto del
PP y su acomplejada y obsequiosa política de apaciguamiento, sigue siendo la
misma…… Las ansias de alcanzar el poder a toda costa, la postura oportunista y
torticera del PSOE, sigue siendo la misma.
Todo empezó con el 11-M…… todo parece devenir en otra convulsión político social. Los actores, por acción u omisión, los mismos. Las víctimas, por no participación, las mismas….. ¿Qué nuevo Zapatero tenemos en ciernes? ….. A esto le llaman progreso.
Todo empezó con el 11-M…… todo parece devenir en otra convulsión político social. Los actores, por acción u omisión, los mismos. Las víctimas, por no participación, las mismas….. ¿Qué nuevo Zapatero tenemos en ciernes? ….. A esto le llaman progreso.
1 comentario:
Rajoy y sus ministros son unos zombis políticos que no se han dado cuenta todavía que van perdiendo trozos de carne mientras siguen moviendose espasmódicamente sin dirección alguna pensando que siguen avanzando en linea recta. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/01/el-desastre-neoliberal-al-que-nos.html
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