lunes, 11 de febrero de 2013

Manos Unidas y su desafortunado lema de campaña




Proclamar la igualdad a palo seco, sin más, es una tontería progre. Es como proclamar el cambio y no decir qué es lo que se quiere cambiar. Esto es lo que hacen los políticos demagogos; es como hablar de porcentajes sin establecer sobre qué cantidades se aplican dichos porcentajes. Es no decir nada, es inducir a la confusión.

Genéricamente, la igualdad, en cuanto a grado de conformidad entre personas u objetos, solo puede aplicarse a un número limitado de características sobre su naturaleza, forma, calidad o cantidad. La igualdad absoluta, total, entre personas u objetos no existe, ni sería bueno que existiese. Todas las personas y cosas, en su todo como seres, son absolutamente individuales y diferentes entre sí. Así está organizado el Universo, la Naturaleza y la realidad en la que vivimos.

Por otro lado, la igualdad, en cuanto principio de derecho social, tiene que respetar las leyes que impone la Ley Natural. Ley que no se puede transgredir, so pena de caer en la aberración, el progresismo absurdo y el extravío “zapateril".

Manos Unidas, en su confusión e ignorancia, no quiero pensar que exista vicio, de la mano del inefable y desprestigiado organismo de Naciones Unidas y de un trasnochado feminismo militante, proclama en su lema de campaña para este año que “No hay Justicia sin Igualdad”, poniendo la Igualdad como requisito previo para que haya Justicia cuando es exactamente al revés…… ¿Lo habrá inspirado Zapatero?..... ¿Se acuerdan de cómo este estulto personaje  pretendió remedar a Jesucristo proclamando en Washington que “la libertad os hará verdaderos”, haciendo prevalecer la libertad sobre la verdad? – Señores o, mejor dicho, señoras progres de Manos Unidas, no, no puede existir derecho de igualdad alguno en el que, previamente, no haya Justicia. Cualquier principio de igualdad debe ser subsidiario de una Justicia preexistente. La Justicia debe estar omnipresente en cualquier ámbito de la vida social, y la igualdad solo puede darse en aquellas circunstancias que no transgredan la Ley Natural.  

Cuando el grandilocuente ODM-3 de las Naciones Unidas tiene como meta “eliminar las desigualdades entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria” quiero entender que se refiere a las desigualdades de acceso a la enseñanza. La igualdad de sexos, como rechazo a la diferencia en la naturaleza de las personas, aunque a la ideología de género y al feminismo rampante, con los que Manos Unidas parece unir sus manos, les cueste admitirlo, es una aberración.    

La igualdad es un valor que viene reivindicándose desde la triste e históricamente perniciosa Revolución Francesa con su engañosa y demagógica proclamación de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, que también es reseña de la organización masónica del Gran Oriente de Francia, y que en parte ha sido rescatada por el “Ministerio de Igualdad” de Bibiana Aido y Leire Pajín, adalides del relativismo y la ideología de género del zapaterismo….. Una pena, no una sorpresa, que instituciones como Manos Unidas proclamen la igualdad como requisito de la Justicia, que caigan en este juego del pernicioso lenguaje relativista que va deteriorando nuestro pensamiento y nuestros valores cristianos. 

Lejos de mis capacidades e intención hacerle una corrección fraterna a San Pablo pero, según mi pobre entender, la Biblia solo hace mención a la "igualdad" en tres ocasiones, por lo que la igualdad no parece ser un valor puramente evangélico. El tan reivindicado valor de la igualdad  no sale mencionado en ninguno de los tres Evangelios sinópticos, tampoco en el de San Juan. Solo aparece mencionado tres veces en sendas cartas de San Pablo a los Corintios, dos veces, y a los Filipenses, una vez. Estas tres ocasiones son: Una, en Flp, 2, 6, en la que se refiere a la igualdad de la condición divina de Cristo con Dios. Las otras dos menciones que apelan a la igualdad, en 2Cor, 8, 13-14-15, en las que de lo que se trata es de evitar el sufrimiento por necesidad, es decir, buscar la igualdad mientras haya sufrimiento por escasez. Que no nos sobren los bienes mientras haya sufrimiento por escasez. Exigencia que puede angustiarnos de modo similar a cuando Cristo pide al “joven rico” vender todas sus posesiones y distribuirlas a los pobres para alcanzar la Vida eterna. Tampoco en Corintios se relaciona la igualdad como un requisito para que haya Justicia. – Las referencias de San Pablo a los Corintios se encuentran en los versículos siguientes del mencionado capítulo 8 de la segunda carta:

13 No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad.

14 En el caso presente, la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos, para que un día, la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. Así habrá igualdad,

15 de acuerdo con lo que dice la Escritura: El que había recogido mucho no tuvo de sobra, y el que había recogido poco no sufrió escasez.

En descargo de este lema de campaña de Manos Unidas podríamos también hacer mención a otro pasaje evangélico, Mateo, 20,12-16, que se refiere a los viñadores desocupados en la plaza, y en el que el propietario de la viña paga por igual a los que han trabajado y se han esforzado de forma desigual……, pero en la que el viñador habla explícitamente de Justicia, no de igualdad. 

No, no estoy en contra de la igualdad cuando se busca la Justicia, pero es la igualdad la que debe someterse y aspirar a lograr condiciones de Justicia. - Unir las manos a las de protervos compañeros de viaje solo puede exponernos a que ensucien las nuestras y nos confundan las creencias. Proclamar que “No hay Justicia sin Igualdad” es una “zapaterada” relativista…... Es, precisamente, justo el revés de lo que es.



domingo, 3 de febrero de 2013

Rajoy, Klausewitz y el 11-M



Todo empezó con el 11-M. En 2004, todo iba teóricamente sobre ruedas, “España va bien” se oía. Se había superado el tremendo socavón de corrupción y terrorismo de Estado en el que habían desembocado los trece años y medio de Felipe González. José María Aznar se había autoimpuesto una limitación de ocho años en su mandato y había designado, como hace cualquier multinacional, error de bulto, a su sucesor, Mariano Rajoy, para las Elecciones Generales del 2004. Ahí estábamos cuando llego el 11-M, todavía sin “autor intelectual”, y que si el PSOE no lo propició, que no lo creo, no fue por falta de méritos y por ser el principal beneficiado junto al terrorismo vasco. A los resultados hay que remitirse: Después de aquella tragedia nacional, el PSOE acampó a sus anchas durante ocho años con el radicalismo y anti-españolismo revanchista, guerracivilista y disgregador de Zapatero y su idiocia intelectual – “La libertad os hará verdaderos”; su  connivencia expresa con el separatismo catalanista, – “Aprobaré todo lo que venga del Parlamento catalán”  y con el mal llamado “Proceso de paz”, menos expreso pero más operativo para esos terroristas de la ETA a los que patrocinó en su ingreso en las instituciones del Estado español bajo la marca BILDU. Además, ahí estaba la “ayuda en carretera”, la campechana Corona, reforzando y proclamando contra viento y marea que Zapatero "sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas. Tiene profundas convicciones. Es un ser humano íntegro……. un hombre recto"  y tendiendo la mano al independentista Ernest Benach, de Esquerra Republicana de Cataluña y presidente del Parlamento catalán, diciéndole aquello de “hablando se entiende la gente”. Estos fueron los años de regreso y desfecho de la Transición. 
 
Superada, pero no enterrada, la etapa de Zapatero, en noviembre de 2011, la sociedad española abrió un horizonte de esperanza brindando una victoria electoral por mayoría absoluta al PP de Mariano Rajoy. Sin embargo, culminado con creces el año de gobierno de Rajoy, un presidente que no parece dar la talla, su gobierno se mantiene en la crisis económica con los mismos anuncios de “brotes verdes” que ofrecía la inepta Salgado; la “Alianza de Civilizaciones” sigue vigente como parte de nuestra política exterior; los sindicatos, patronales y partidos políticos siguen disfrutando de subvenciones y prebendas; las leyes de Zapatero sobre el “matrimonio” homosexual, el aborto, la “Educación para la Ciudadanía, las excarcelaciones de terroristas, la afrenta a las víctimas del terrorismo y la promesa de una Justicia independiente prometida por el PP, siguen el inexorable proceso de consolidación iniciado por Zapatero.  
 
Hoy por hoy, Rajoy me parece un burócrata íntegro, pero ni está ni se le espera en la defensa de unos principios que se le desconocen. En resumen, ateniéndonos a los hechos, y parafraseando al afamado militar e historiador prusiano Carl von Klausewitz cuando se refería a la guerra como “continuación de la política por otros medios”, Rajoy es, igualmente, “la continuación de la política de Zapatero por otros predios”
 
El mensaje de rechazo de la sociedad a la deriva de la izquierda radical de Zapatero en las últimas Elecciones Generales parecía tan incuestionable como la victoria de Rajoy antes del 11-M, pero a la izquierda totalitaria está a lo que está, a lo de siempre, y un Rajoy continuista del indigente Zapatero no parece bastarle. La situación a la que nos vemos abocados hoy parece la inversión de la reflexión de Klausewitz, es decir, la continuidad de la guerra iniciada con el 11-M por otros medios, esta vez más sofisticados. La perplejidad, desmoralización y confusión de la sociedad, sigue siendo la misma……. La simpleza carente de ideas y proyecto del PP y su acomplejada y obsequiosa política de apaciguamiento, sigue siendo la misma…… Las ansias de alcanzar el poder a toda costa, la postura oportunista y torticera del PSOE, sigue siendo la misma.

Todo empezó con el 11-M…… todo parece devenir en otra convulsión político social. Los actores, por acción u omisión, los mismos. Las víctimas, por no participación, las mismas….. ¿Qué nuevo Zapatero tenemos en ciernes? ….. A esto le llaman progreso.  

http://fromreflection.blogspot.com.es/2013/02/rajoy-klausewitz-y-el-11-m.html