sábado, 13 de febrero de 2010

Un Brote de Cizaña En Medio del Trigo de la Verdad (El “Desayuno De Oración”)

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Tuve oportunidad e interés en presenciar la intervención de Rodríguez Zapatero en el Desayuno Nacional de Oración convocado por “The Fellowship Foundation”, aunque fuera en diferido desde la butaca de mi casa y en primera fila. Hoy día, la tecnología de Internet nos permite asistir a todo tipo de eventos públicos pudiendo, además, tener acceso después a una copia textual “online” de la intervención.

Rodríguez Zapatero quiso fingir un canto a la libertad religiosa y a la multiculturalidad, para terminar colocándo la cuña publicitaria de la “Alianza de Civilizaciones”. Pero, vamos por partes:

Ya en la presentación de R. Zapatero, el ministro Moratinos se había asegurado, como suele hacerse en estos casos, que la Senadora Amy Klobuchar resaltara la propaganda que se quería transmitir sobre la personalidad y ejecutoria del invitado, aunque no tuviera nada que ver con la realidad, según el “sello de la casa”: "……. y si ser Primer Ministro de España y Presidente de la UE no es suficiente “él se enorgullece de ser Primer Ministro de un gabinete en el que la mayoría de sus miembros son mujeres” (NOTA: Se debe referir la senadora a las ministras de “cuota”) ......... (risas) ……….. “el Primer Ministro ha hecho inestimables contribuciones al dialogo interreligioso y reconciliación en su país……..” (NOTA: Se debe referir la senadora a la retirada de crucifijos, a las iniciativas de laicidad, aborto, Memoria Histórica, etc.) ……………. Sigue la Sen. Amy Klobuchar presentando a ZP: “Tanto como individuo que como líder electo, su propósito ha sido el de promover la coexistencia pacífica y la tolerancia entre las diferentes creencias religiosas en su país y a través del mundo” (NOTA: Se debe referir la senadora al 11-M, al Chivatazo del Bar Faisán, a la negociación con ETA, a la Alianza de Civilizaciones, y al pago del rescate del Alakrana).

Pero fue después de que Zapatero proclamara una serie de bobadas tontas con cara y voz grave para darle seriedad al asunto, muy en la línea de su último descubrimiento poético-filosófico sobre la “propiedad” del viento sobre la Tierra, después de que citara una parrafada del Deuteronomio que diera el tinte religioso oportuno a la ocasión del discurso de un cristófobo jugando en campo contrario, cuando el “Presidente por Accidente” no pudo por menos que trastocar, y poner patas para arriba, en un tiempo mínimo, el orden natural de la jerarquía de valores. El Orden Natural al revés. Tampoco pudo decir más barbaridades intelectuales con menos palabras. Eso sí, las dijo con la idiocia, la solemnidad y la cara de “asombrao” que consigo mismo acostumbra ante su propia vaciedad; asistido por una intérprete, no porque así lo pudiera requerir el protocolo, sino porque en inglés solo sabe decir, y mal, “everybody bonsái”, que no sabemos muy bien lo que significa, ni lo que él querría decir en tal ocasión. “Mister fatuo” encantado de haberse conocido.

Dijo el señor Zapatero, sin que se le moviera ninguna de sus cejas circunflejas, que “La libertad es la verdad cívica, la verdad común. Es ella la que nos hace verdaderos, auténticos como personas y como ciudadanos…” – Sería higiénico para la salud mental de los españoles que el señor Zapatero, en su atrevido analfabetismo, dejara de manosear valores fundamentales como el de la verdad y el de la libertad, invirtiendo su sentido y enmendando a los Evangelios. Alguno de sus más de seiscientos asesores le debió informar de que no es la libertad la que nos hace verdaderos y auténticos desde las últimas Elecciones Generales sino, muy al contrario, que es la verdad la que nos hace libres. La que, desde hace dos mil años, proclama el Evangelio en palabras de Cristo: « ….conocerán la verdad y la verdad los hará libres”» (Jn. 8, 32). – Calificando este discurso de Zapatero como de “mensaje moralmente muy peligroso”, Alejo Vidal-Quadras lo explicó muy bien en una interesante tertulia-debate, el pasado día 5, en el programa televisivo del “Gato al Agua” en Intereconomía TV.

Zapatero deja en evidencia su profundo carácter de oportunismo relativista, de trilero ventajista, al intentar “colarnos” esos pseudo-conceptos de “verdad cívica” o “verdad común” de consenso, ignorando que la verdad no puede ser resultado de ningún consenso civil o militar. La verdad es la realidad que es, no otra, pero estemos más o menos cerca de ella, nunca en su posesión absoluta, jamás se podrá establecer por mayorías democráticas o de consenso. Eso sería utilizar una herramienta inadecuada para el propósito de búsqueda de la verdad. Apelar a conceptos tales como los de “verdad cívica” o “verdad común” es manipular fraudulentamente el concepto de verdad. Es la verdad la que genera libertades, la libertad solo nos permite disfrutar de aquellas verdades en las que previamente creemos. La falta de verdad y, por tanto de Justicia, genera falta de libertades.

Y en cuanto a la libertad, no es la libertad la que otorga títulos de veracidad “cívica” ni “zapatera”. Tampoco, la falta de libertad nos hace menos verdaderos ni menos auténticos - ¿Son los ciudadanos y presos en Cuba poco verdaderos o poco auténticos por su falta de libertades? – ni, por tanto, el disfrute de libertades nos hace más verdaderos. Eso es, simplemente, una majadería con “denominación de origen presidencial”, una más, de su numerosa colección privada.

Pero no en todo podemos estar en desacuerdo con el discurso. En su ignorante estulticia, la de un presidente, no al que se le ha agotado ya la credibilidad, sino al que se le ha perdido todo el respeto, no se puede estar más de acuerdo con su aseveración autoinculpatoria de que “el odio nace de la ignorancia”. - Probablemente, fue su subconsciente al final de la plegaria laica de su “desayuno de oración” por el que la inspiración divina le vino a señalar la ignorancia como el motivo de su odio guerra civilista y cristófobo. Si no fuera así, ¿de dónde le vendría su odio?

Sí, Zapatero resultó ser “un brote de cizaña entre el trigo del Desayuno de Oración”, y es que la cizaña y el trigo suelen, desde hace ya tiempo, aparecer mezclados. A cada uno de nosotros corresponde saber lo qué es trigo y lo que es cizaña.

Tendremos que seguir vigilantes para defender nuestros “valores frontera”, sin que los manoseen estos ignaros e indocumentados predicadores políticos fatuamente disfrazados de gente seria en la “planta de ropa de caballero” de cualquier gran almacén.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra reflexión muy oportuna que pone sobre la mesa el debate entre libertad y verdad. Aunque a veces duela, la verdad es la garante de la libertad y justicia. Estupenda reflesión.

Juan L. Cuñat dijo...

Para Anónimo: Solo una observación a su amable comentario.

La preeminencia de la verdad sobre la libertad es un principio sobre el que se puede argumentar, pero en el que no cabe debate. Es lo que vengo calificando de "valor frontera" no negociable. - Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Pues yo diría que ambas, verdad y libertad, son importantísimas, no sabría cuál de las dos lo es más... Tenga ud. en cuenta que, si no hubiéramos sido creados libres, no podríamos libremente aceptar la verdad...
En fin, no es que yo le pretenda enmendar la plana, sólo es mi opinión personal ante una pregunta que, ciertamente, me viene grande...
Lo que pasa es que este indocumentado que nos malgobierna, tiene un concepto de la libertad completamente desviado... La libertad implica responsabilidad, por lo que, en el fondo, trae su carga. Pero es que se él ha creído que la libertad es algo lúdico para hacer lo que nos dé la gana, sin asumir absolutamente nada. Y eso, aunque parezca un tópico viejo y manido, es sólamente libertinaje.
Mi difunto padre, no sé de dónde sacó esa idea, o si era genuinamente suya... pero la tenía asumida y yo también lo intento, aunque cuesta. Decía que "la libertad no es hacer lo que se quiere, sino querer lo que se hace".
Reciba un cordial saludo.
MR (Monárquico y Republicano)

Juan L. Cuñat dijo...

Para Anónimo: Comenzando por la última parte de su amable comentario, comparto desde hace tiempo la concepción de libertad de su padre con un pequeño matiz: "La libertad no es hacer lo que se quiere, sino querer hacer lo que se debe". Concepción que viene a reflejar la verdadera libertad, ya superada la esclavitud de todo aquello que puede someter la voluntad de la persona. La libertad en la que la voluntad personal ha alcanzado su nivel de libertad moral.

En cuanto a la verdad, esta es la que es, es la propia realidad, sin necesidad de que nadie la acepte o deje de aceptarla.

La libertad siempre se refiere al hombre como sujeto de dicha libertad. La realidad del hombre, su existencia, es siempre previa a la libertad porque es el sujeto que, una vez dada su existencia, puede disfrutar de esa libertad. No puede haber libertad para un “no hombre”. Es más, la libertad con la que el hombre es creado no es absoluta. La libertad del hombre implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal (1732 Catecismo), pero la libertad del hombre es finita y falible (1739 Catecismo)

En cuanto a la preeminencia de la verdad sobre la libertad, creo oportuno insistir en que la libertad necesita de un sujeto previo, de un ser precedente de cuya realidad se dice que es verdadera a diferencia de aparente, irreal, inexistente, etc. – Realidad verdadera, verdad que se hace necesaria como sujeto de libertades.

Cordialmente.