jueves, 23 de julio de 2009

NO ME SALEN LAS CUENTAS.....

No, no me salen las cuentas…… !!! - La verdad es que no conozco los grandes números, pero no me cuadran las cuentas. Será mi falta de sentido común, el no estar con los tiempos, mi deformada inclinación por conciliar los gastos en que podamos incurrir con la riqueza obtenida previamente. También, mi predilección por la prudente inversión y una exquisita discreción antes que por el inmoderado gasto y el lujo. – Siempre he creído que era una elegante manera de no cavar nuestra propia tumba.

Paseando en el extraordinario e impresionante entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, mientras contemplaba el nuevo puente sobre el Turia del arquitecto Calatrava, ante la construcción del nuevo Ágora, divagaba el otro día sobre la cantidad de iniciativas públicas de ocio que, desde hace años, se llevan a cabo en muchas de nuestras ciudades, especialmente en los meses de verano. Hoy día, se refieren a ellas como actividades culturales cuando sería más apropiado llamarlas espectaculares, porque de eso se trata, de espectáculo más que de cultura. Todo ello me deja un regusto agridulce. Lo atractivo de la espectacularidad de estas iniciativas de ocio, con su pretensión normalmente faraónica y desproporcionada, parece contrastar con las necesidades reales de nuestra sociedad. ¿Ya hemos cubierto nuestras carencias básicas? ¿Ya no existen barrios deprimidos? ¿Ya todas las zonas de las ciudades tienen sus equipamientos e infraestructuras? ¿Ya disponen todos los colegios de condiciones dignas? ¿ya todo el mundo puede llegar a fin de mes? ¿ya no hay parados? ¿ya no hay necesidades de formación verdadera?……digo verdadera, no de la formación que dicen impartir los sindicatos para poder manejar unos fondos de los que vivir.

Esas obras singulares, esas faraónicas construcciones e instalaciones, esas iniciativas culturales (¿?) - subvencionadas, o de precios inasequibles a mileuristas –, cada uno de estos proyectos, conllevan inversiones presupuestarias de carácter millonario en euros. ¿Qué puede costar uno de esos encuentros, como el “Campus Party” de Valencia, en el que una multitud de jóvenes pasan una semana bajándose música de Internet, “chateando”, y me imagino que jugando a los “comecocos” más modernos?. – El Ayuntamiento de Sevilla parece que está estudiando exportar “cultura” con la construcción de un mirador de ballenas, por valor de 400.000 euros – más de 66.000.- millones de pesetas – en la República Dominicana. – El Instituto Andaluz de la Juventud ha celebrado en la localidad jienense de Linares el V Certamen Joven de Graffiti…. supongo que para promover que ensucien los edificios más artísticamente. ¿Es ese el tipo de cultura popular que se imparte y se exporta? - Mientras tanto, con más de cuatro millones de parados…….. Dios nos coja confesados !!!.... Qué insensatez y falta de sentido común !!!

Me pregunto si este tipo de iniciativas culturales (¿?) es el que nos conviene – museos que se construyen antes de que se conozca el contenido que van a acoger en su interior y que, cuando se conoce, frecuentemente, solo interesa a los papanatas –; espectáculos y conciertos en los que gran parte de las entradas están adjudicadas a esa casta política que hoy día se confunde con la horterada del “famoseo” - ¿Es todo eso cultura que llega a las diversas capas de la sociedad? ¿no parece también evidente que hay unas minorías que asisten a los presuntos eventos culturales (¿?) que han costado millonadas, y una mayoría boquiabierta que se pasea por alrededor de los edificios en donde tienen lugar los eventos?

Nunca me ha convencido el argumento de que estas iniciativas y proyectos faraónicos crean puestos de trabajo. Lo que no se dice es que esos puestos no crean riqueza, son puestos de trabajo artificiales que generan y se agotan en el propio gasto. Nuestras autoridades parecen no saber distinguir entra gasto e inversión. Mejor, quizá resulta más probable que como el gasto corre a nuestra cuenta…… ¿para qué hacer diferencia entre uno y otro?..... el gasto es más divertido. Además, genera los votos de los tontos de siempre !!!

Los presupuestos destinados a este tipo de proyectos e iniciativas son inmensos. La “sub-cultura” de ocio que promueven es deplorable, y me temo que los recursos que dichos proyectos puedan generar para autofinanciarse son muy limitados. Que la mayor parte de los descomunales costos corren a cargo de los impuestos de los ciudadanos.

No es malo el ocio. Claro que no, el ocio es agradable y bueno, pero después del esfuerzo que lo justifica…… “Y el séptimo día, descansó”. – Por otro lado, los frutos de la mayoría de estos proyectos no crean riqueza, sino que generan gasto ocioso para una sociedad a la que, cada vez con menos recursos, se está acostumbrando a vivir siempre de fiesta en fiesta subvencionada. – Las instituciones públicas, de uno y otro color, promueven la holganza y el ocio sin el previo esfuerzo. El ocio gratuito.

No, no me gusta la actual situación por la que una serie de ciudadanos tenemos que pagar, con nuestros impuestos, estos espectáculos de una minoría o disfrutarlos, si es el caso, como gorrones subvencionados por las administraciones oficiales que nos “invitan”……siempre que paguemos nosotros. - Me gustaría más, preferiría ver en paralelo, proyectos industriales y de creación de riqueza verdadera, no prebendas artificiales, para los ciudadanos. Proyectos de verdadera cultura y educación, proyectos que generaran riqueza y trabajo para que los ciudadanos pudieran pagarse el ocio directamente, con conciencia de hacerlo por sí mismos, porque pueden, no como “invitados a lo que ya les pertenece”.

No, no me salen las cuentas…… !!! - La verdad es que no conozco los grandes números, pero no me cuadran las cuentas. Será mi falta de sentido común, el no estar con los tiempos, mi deformada inclinación por conciliar los gastos en que podamos incurrir con la riqueza obtenida previamente. También, mi predilección por la prudente inversión y una exquisita discreción antes que por el inmoderado gasto y el lujo. – Siempre he creído que era una elegante manera de no cavar nuestra propia tumba.

1 comentario:

José Vicente dijo...

A mi tampoco me salen. Lo malo es que yo ni lo intento sabiendo que estos gastos faraonicos se hacen para gloria del que los promueve.