sábado, 5 de septiembre de 2009

El “CANTINFLESCO”, el “ZAPATERANO” y el “OBAMANO”

Veámoslo con un poco de humor. En Estados Unidos, como en España, el progrerio del relativismo oportunista, el de los que van a lo que van y solo a lo que van, utilizan también la técnica de manipulación del lenguaje para cazar incautos. – En España, origen de la picaresca, este tipo de lenguaje lo inició Felipe González que lo aprendió, de pequeño, en las películas de Cantinflas. Es lo que se conoce como el lenguaje “cantinflesco” de Felipe, que aparenta decir muchas cosas y no dice nada, pero sirve para atontar al personal. - Felipe González, actual “straw-man” del multimillonario mexicano Carlos Schlimm, lo hablaba muy bien, le daba una inflexión de responsabilidad cívica y grandilocuencia muy a tono con el premio Carlomagno que se agenció durante la carrera profesional que inició con chaqueta de pana para terminar como fabricante de joyería de lujo que vende en el establecimiento de Elena Benarroch, peletera y modista de las progres Sonsoles ZP y Trinidad Jiménez, entre otras.

Pasados los años, con la vuelta del P$OE al poder, vistos los resultados de Felipe González, el “rojeras” de ZP ha recuperado el lenguaje “cantinflesco”, imprimiéndole su propio talante, transmutando el lenguaje “cantinflesco” en “zapaterano”. - El “zapaterano” tiene las mismas raíces semánticas que el “cantinflesco”, tales como la vacuidad de contenidos, la propensión a la mentira compulsiva y populista, así como el tono fatuo de su conocida imagen de “bobo solemne” que otorga credibilidad a los posibles votantes del ingenuo progrerío local. Sin embargo, el “zapaterano” tiene también sus propios giros y modismos característicos, entre los que se distingue la ironía tontilona, que en el lenguaje “cantinflesco” lo era con mala uva. No debemos pasar por alto también la importancia del lenguaje corporal que ZP aporta con su sonrisa y sus cejas, así como el movimiento “aleatorio” de ánade que practica con sus extremidades superiores. Además, así como el “cantinflesco” era un lenguaje de aria operística para ser interpretada en “solo” por el propio divo, el lenguaje “zapaterano” es más bien una composición orquestada de “seres vivos” en la que, bajo la dirección artística de ZP, el más vivo de todos, también intervienen sumisamente otros instrumentos absolutamente prescindibles en un buen concierto democrático por la Filarmónica de cualquier país no bananero. Son aportaciones tales como algunos duetos entonados por una voz de justicia cultivada con cazalla y un agarzonado pifio de colibrí. Todo ello, aderezado con adornos foráneos procedentes del congoleño “lingala”, así como ilustrado por artesanos libretos con textos elaborados por la ministra de Fomento Magdalena Álvarez, y acompañados por somnolientos ronquidos del ministro Solbes y por los resuellos del "a més a més" President Montilla; por no seguir y hacernos pesados al lector. Toda una composición orquestal de lingüística, con la vertiente lírico-prevaricadora al uso.

Sin embargo, como decíamos al principio, no se quedan aquí en nuestro solar patrio las experiencias del lenguaje hablado por el progrerío mundial. Actualmente, nada menos que en la vanguardia de Occidente, en los mismos Estados Unidos de Norteamérica, se está desarrollando una nueva lengua, el “obamano”, de raíces muy próximas al “zapaterano”, aunque se diferencie por tener una dicción anglo-sajona más trabajada y distinguida ya que, en contraste con el origen de “chaqueta de pana” con olor a tortilla de nuestro “zapaterano”, el “obamano” transitó un tiempo por Harvard alimentandose de "sandwiches" y "burguers".

Por su parte, el “obamano”, con la ayuda e innovación mediática del extraordinario marketing americano de los USA, viene desplegando nuevos conceptos y figuras lingüísticas que el lenguaje “zapaterano”, derivado del “cantinflesco”, va tomando, ensayando, y experimentando localmente. Recientemente, el “obamano” ha intentado lanzar al mercado de la política el innovador concepto del “common ground”, o “lugar común de encuentro”, que permite al progrerío establecer una plataforma ventajosa de discusión con la oposición ingenua. Esta base de discusión, naturalmente, la decide el progrerío; creando un estado de opinión sobre cual debe ser el punto de partida para el debate y que de entrada, engañosamente, llaman el “lugar común de encuentro”. En realidad, es la ventaja que toma el progrerío para abrir un ficticio debate social ya decidido de antemano. La oposición ingenua compra la mercancía y comienza a debatir, ya con la partida perdida, sobre este falso “lugar común de encuentro” que no tiene nada de compartido ni de “común”. El debate ya está ganado, de entrada, por el progrerío.

Obama ha intentado utilizar esta técnica para implantar el “aborto a la carta” en Estados Unidos. El “lugar común de encuentro” que ha intentado utilizar, manipulando la opinión de los Católicos progres, es el plan de “reducción en el número de abortos” - ¿Quién va a osar oponerse a una reducción de los abortos? – Así quedó planteado en su más que socialmente contestado, y fracasado, programa de Salud Pública, ya rechazado por la Oficina Presupuestaria del Congreso. - Afortunadamente, su estrategia ha quedado desenmascarada, y evidenciada, por el obispo de Denver, Monseñor Charles J. Chaput quien, abiertamente, y sin nuestros complejos locales, ha declarado que:

“ El creciente mal uso del leguaje con los términos de un “lugar común de encuentro” y “bien común” en el actual debate sobre Salud Pública solo puede tener su origen en dos fuentes: La de la ignorancia o la del cinismo.
Ningún sistema que permita o ayude a financiar – no importa cuan sutil o indirectamente – el asesinato de los no nacidos, o discriminación contra los mayores, o personas con necesidades especiales, puede presentarse como “lugar común de encuentro”. Presentarlo así es una mentira.”
……….. Así de claro es el señor obispo !!!

Pronto tendremos aquí propuestas, en lengua “zapaterana”, para debatir sobre la base de un “lugar común de encuentro”. Debates falsos, como no, con el resultado ya decidido de antemano. Esperemos que también aquí, en España, tengamos algún obispo como Monseñor Chaput.

1 comentario:

José Vicente dijo...

Amigo Juan Luis:
He recibido tu aviso de nuevo articulo y acabo de leerlo con gran satisfacción, tu articulo es muy bueno y todo lo que escribes me hace sentir mejor, al menos tu sabes lo que hay. Lo que dice Monseñor tambien me gusta mucho. No se si aqui encotraremos algo asi,tu articulo es para releerlo pués destila mucha cosa.
Felicidades por tu blog.